Se escribe con mayúscula cuando se trata del ser supremo de las religiones cristianas; también cuando se emplea en expresiones coloquiales (en español son muy abundantes) o de forma metafórica:
- “Creer en Dios es, en cierto modo, crearlo” (Miguel de Unamuno).
- ¡Vaya por Dios!
- A Dios rogando y con el mazo dando.
- Él lo ve todo, él lo oye todo, él lo sabe todo… ¡Se cree Dios!
Por el contrario, se escribe con minúscula (también el femenino) cuando se hace referencia a alguna de las divinidades de una religión politeísta o cuando se usa metafóricamente y va precedido por un determinante, generalmente un artículo:
- En la mitología griega, Poseidón es el dios del mar.
- Oxomoco era la diosa azteca de los calendarios y la astrología.
- ¡Qué ego tiene el tío! Se cree un dios.
El plural se escribe siempre con minúscula inicial:
- Los romanos tenían seis dioses y seis diosas principales.